Tu lugar no es la cocina

Se comenta por allí que aún hay hombres que creen que el lugar de una mujer es la cocina. Yo espero que si algún día, de casualidad, tengo a una buena mujer en mi vida y le digo, de casualidad, que su lugar es la cocina, ella vaya allí y coja la primera sartén que pille para estampármela en la cara. De casualidad.

El lugar de la mujer no es la cocina, ni ningún lugar. La mujer puede estar donde le dé la gana. Hablando mal, qué cojones, hablando claro y BIEN: Donde le salga del coño. La mujer es un ser libre y además busca serlo, después de tantos años en que la humanidad se ha roto los codos para controlar a la mujer, ahora puede respirar un poco más aire limpio. Sin contaminar. Por el hombre machista. Una mujer es libre desde el momento en que nace. 

La mujer es libre y merece ser fuerte. Debe ser fuerte. En realidad, si todas las personas fueran fuertes y se limitaran a no ir por allí tocando las pelotas a los demás, éste sería un mundo más bonito. Pero la humanidad decidió ir tocando las pelotas a las mujeres - véase mujeres con altos cargos políticos, mujeres como altas directivas, o mujeres y su equitativo sueldo respecto al hombre. Para empezar. - y por lo tanto ellas deben ser fuertes. No es que puedan, ya no es un derecho. Es un deber. Os habéis enfurruñado tanto en encerrarlas en vuestras mentes retorcidas y retrógradas que las obligáis a ser fuertes. Tenéis el deber de abriros paso a patadas. Sin vacilación.

El mundo cambia, algunos incluso se atreven a decir que el mundo avanza. En muchos países el sufragio universal es una realidad, algunas - pocas - mujeres han conseguido llegar a la cumbre e incluso cabrearnos, se sabe que una mujer es tan como el hombre. "Tan lo que quieras". Tan fuerte, tan independiente, tan lista, tan trabajadora, tan capaz. Tan persona, no hay que olvidarlo. Pero algunas cosas no cambian.

En el ejército o la iglesia, instituciones que me encantan (No), la mujer lo tiene imposible para llegar al mando. La violencia de género se llama así porqué decir "Otro hijo de puta al que deberían colgar por los huevos ha matados a palos a otra digna mujer" es demasiado fuerte para el telenoticias de las dos. De las dos, de cada día. La igualdad entre sexos se llama feminismo porque merece ese nombre. Y los machos se molestan porqué con ese nombre parece que se busque la superioridad de la mujer sobre el hombre. Caballeros, a eso se le llama hembrismo y el feminismo tiene ese nombre porque lo necesita. Punto y final.

Hoy el feminismo está en boca de todos, más que nunca. Es una lucha generalizada y a la gente cada vez le avergüenza menos decir que son feministas. Porqué sí, la sociedad nos ha "enseñado" que defender la igualdad entre sexos es vergonzoso. Y si iréis por el mundo pregonando que el feminismo no es lo que dice ser, que sólo son mujeres creyéndose mejor que los hombres... buscad sobre el hembrismo. Hay que luchar por el verdadero significado de las palabras.
Palabras, palabras, palabras.

El fútbol es de hombres y el ballet de mujeres. Se acabó ese siglo. Las mujeres juegan y ven el fútbol, beben tanta o más cerveza que tú y eructan más fuerte. A una mujer de verdad no te la follas, te folla. Porque esa línea se rompe, poco a poco. El azul y el rosa se mezclan, Bruce Willis para ellas y Ryan Gosling para ellos. Pero si para vosotros es demasiado aceptar que una mujer es "tan lo que sea" como un hombre. Si no entendéis, que una mujer hace lo que quiere como persona y que ya ha llegado la hora de romper esa línea a martillazos. No os preocupéis, unas pocas normas que serán suficientes:

No matéis. No peguéis. No violéis. Simplemente, no.

Que bonita es la mujer que lucha. Y la que no, también.

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