Matrimonio

Odio el matrimonio. Si buscas frases célebres sobre él en internet, todas hablan mal. Es un contrato estúpido. Un desconocido te dirá que debes estar con una persona para el resto de tu vida. Si es así, tú deberías saberlo, nadie debería hacer firmar por ello. Sobre todo, nadie debería hacerte pagar. Y si te desenamoras, deberás pagar para divorciarte. Es una bonita estratagema de esta y tantas culturas para quitarte dinero. Porque claro, una boda debe ser bonita. Una iglesia fantástica, miles de invitados con los que en realidad nunca hablas. Trajes italianos carísimos, un vestido de novia más caro aún. Un banquete carísimo porque el que te harán pagar más al ser una boda. Y si es una boda por la iglesia peor, ¡ya que te fichan! Si ya es malo que el estado te tenga fichado, que lo haga la iglesia es peor. Miles de personas mirándote diciéndote: ¡Me alegro por ti! No quiero ser el centro de atención por poner una firma, me suena tan estúpido. Y luego los exs, si algún día me caso estaré cagado en el: Si alguien tiene algo que decir, que hable ahora o que calle para siempre. Dos cosas:

1. ¿En serio? Te gastas un pastón, lo preparas todo a la perfección y dan la oportunidad para que te lo jodan. El que se inventó ese texto es un cabrón.

2. ¿Que calle para siempre? Eso no se lo cree ni dios. Seguro que a los años de casado aparecerá algún subnormal.

Y el banquete, lo peor. Los típicos cánticos que te pondrán nervioso.

1. QUE SE BESEN.

2. QUE BAILEN.

A ver, la besaré si yo quiero. Y no, no, y no voy a bailar. Eso es otra, tendría que aprender a bailar, otra persona más a quién pagar.

Y la pedida de mano, una comedura de coco para que quede perfecta. Hay tantas pelis románticas que crean expectativas altísimas, y ya puedes dejarla de piedra o se quedará: ¿Este es mi príncipe azul? ¡Y una mierda!

Todo son problemas. El que deba estar perfecto, EL PRECIO, el invitar a un montón de gente. El elegir el padrino: ¿Y si tengo dos mejores amigos? Ese punto claramente lo hicieron para perder amigos. Normal que se cuenten con los dedos de una mano, es que si te casas pierdes a unos cuantos.

Pero la verdad. Sé que algún día me casaré. Porque aunque odie la idea, me encanta la de poder verte vestida de blanco. Y sí, seguro que yo superaré las expectativas que tengas de pedida de mano.