No hay respuesta correcta sin pregunta adecuada.

La tierra tiene unos 4.5 mil millones de años y está por allí, flotando, en una sistema dentro de una galaxia dentro de un universo que quién sabe, podría estar dentro de algo más grande, y nunca podríamos ponerle una edad a esto.
En nuestro planeta, que seamos sinceros, es lo único que conocemos más o menos bien, hay cientos de miles de especies animales, vegetales, paisajes que maravillan y otros que asustan. Hay sonidos, hay luces y tenemos kilómetros y kilómetros por recorrer. Descubrimos el fuego, inventamos la rueda, la escritura, la máquina de vapor, el ferrocarril y el palo para selfies. Dimos Devolvimos a la mujer su derecho a voto, al hombre negro su libertad casi libertad y ahora nos damos el deber de proteger esas especies de animales que no nos ha dado tiempo por extinguir (matar, que suena más sincero). Ahora nos preocupamos por el mar, la polución, los bosques, el petroleo y todos pensamos que el animal más mono del mundo es el kiwi, aquel que destruimos y cuyo nombre algunos son sólo capaces de relacionar con la fruta.
El hombre se dedica a construir, comunicar, crear - y destruir -, amar, pintar, inventar ... Y se sitúa en el centro de todo. Nuestro planeta. Nuestro Sistema solar. Nuestra galaxia. Nuestro universo.

¿Y qué hacemos aquí? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?

Seguramente la principal razón por la que no ha venido aún ningún alien a tomar un café de buena mañana con nosotros es porque aún hay gente que se hace tantas preguntas estúpidas sin sentido que llevan a absolutamente nada. Primero de todo, ¿de verdad creéis que encontraremos un sentido a nuestra especie si no somos capaces ni de entendernos a nosotros como individuo? Segundo, la pregunta está muy bien, y una vez que obtengamos la respuesta... ¿qué? ¿Vida eterna? ¿Felicidad infinita? ¿Una orgía mundial?

Seguimos obstinados en darnos un significado dentro del todo como si el todo estuviese diseñado - si está diseñado - para o por nosotros. Como si todo lo que hay a nuestro alrededor estuviera dedicado al hombre. Que el planeta Tierra sea ideal para la vida no quiere decir que exista para ello. Simplemente se dieron dos hechos y 1 + 1 es 2. Seguramente todo son casualidades, y casualidades, que las pones en fila y parece que tienen sentido hasta que te das cuenta que todo es demasiado grande y puesto que es imposible ponerle entonces algún sentido, le pones un nombre. Dios. Pero no es necesario un nombre, ni un sentido, ni un nada. Las cosas pasaron, las cosas pasan y las cosas pasarán. 

Y no.
Pasa.
Nada.

Hace unos añicos el hombre apareció en la tierra. El hombre evoluciona y se carga la tierra. El hombre no puede sobrevivir a la tierra y o bien se extingue, o emigra a otro planeta al que volverá a destruir y llegaremos a colonizar la galaxia entera preguntándonos: ¿Qué hacemos aquí? ¡ Huir de nosotros mismos!
Seguramente al final sólo se trate de estar, eso que aterroriza a todo el mundo. La gente teme estar allí en vez de vivir cuando tal vez se reduce a eso. Estamos aquí, y da igual el porqué. Seguramente si encontramos una respuesta a nuestra existencia, nuestro camino, a cualquier pregunta trascendental que nos hayamos podido hacer nunca, seguramente esa respuesta tendrá forma de pregunta. Y si tiene forma de respuesta, tal vez nunca estaremos preparados para ella. 

Años intentando descubrir que hay después de la MUERTE cuando nadie sabe cómo hay que vivir una VIDA.

Somos una bonita especie, capaces de mucho. Simplemente ignoremos los grandes aspectos absurdos de la vida y centrémonos en lo importante:

[Introduzca esa pregunta que se hace cada mañana]

Posibles opciones:

1. ¿Es el amor un invento del hombre?
2. ¿Nace bueno el hombre y la sociedad lo pervierte, o es al revés?
3. ¿Hay un algo más grande?
4. ¿Cuáles son esas grandes preguntas?
5. ¿Qué hay después de la muerte?
6. ¿Estamos solos en el universo?
7. ¿Cuán viejo es exactamente el universo?
9. ¿Existe la verdadera y total libertad?
10. ¿Somos la creación de algo o alguien?

Olvídate ya del puto sentido de la vida, de la humanidad, de todo. Sólo, vive.

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