San Valentín es un santo, y los santos están muertos.

"Hemos dejado atrás a los caballeros para convertirnos en hombres." - Yo.

No creo en San Valentín, y eso es porque no creo en el romanticismo. No me refiero a que pienso que es una forma errónea de llevar un amorío, relación o encaprichamiento; sino que los románticos están en peligro de extinción. Mejor, prácticamente desaparecidos. Dios está muerto, y nosotros nos hemos cargado al amor y meado sobre su cadáver. Los caballeros y damas - cosa que no son - de esta nuestra generación, los que formaran el origen de las generaciones futuras... basan sus relaciones amorosas en "Hola chata, ¿nos líamos?", piensan que un desamor es llorar durante dos meses por alguien a quien "amaste" durante 10 semanas. Piensan que saltarse una clase para hacerle el amor a tu pareja es una locura, y que pueden aprender  a ser un Gentleman mirando Gandía Shore. Son lo suficientemente cobardes para no reconocer que lo único que quieren es un polvo de una noche, y hablan de enamorarse y "el amor de su vida" como quien habla del zurullo que dejó hace un par de horas.
Lo siento, pero llevo años leyendo - intentando comprender - poesía, atendía en clase de literatura, miro películas románticas y cuando estoy con alguien pretendo ser detallista y original en el día a día. Creo (creía) en el amor, las relaciones para toda la vida y las mujeres. Ahora creo, a veces, en las excepciones. Y clarísimamente, estas confirman la regla. Ocupad algo de tiempo leyendo a Neruda, Bécquer (aunque sea un cursi), Petrarca, ¡incluso Quevedo es más romántico que vosotros! Robadle una rosa cualquier día, porqué sí. Cruzad quilómetros por ella después de subir montañas. Y lloradlas, como si acabarais de llegar a este mundo. Un secreto, a las mujeres también les gusta que las recibáis sorpresivamente empotrándolas contra la pared. Y no se acaba el mundo si se rompe una camisa. Así que atentos a mi mensaje:

Si queréis follároslas, decídselo, el hecho de regalar bombones y llamarle "Cielito" o "Cariñín mío" durante un día no os convierte en románticos. Os convierte en empalagosos, patéticos e hipócritas. Muy hipócritas.

No tengo absolutamente NADA en contra del hecho que las multinaciones y otros comercios se aprovechen de esta festividad para hacer caja. O que seguramente ellos mismos inventaron esta fecha. ¿Qué importa eso? Es una buena oportunidad para tener un detalle sobresaliente con tu pareja. Bueno, lo sería, si vosotros no ocuparais los otros 364 días del año en pensar con la polla. No estoy en contra de San Valentín, estoy en contra de las personas.

"No hace falta ser un experto para saber hacer feliz a una mujer. Dile la verdad, hazla reír y fóllala de vez en cuando." - Yo.

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