- Me pondré mi mejor traje. Usaré ese peinado que tanto le gusta. Gastaré mi mejor colonia, en su cantidad justa. Me he comprado un reloj, ¿te gusta? Seguro que le encanta. Y los zapatos... limpios y relucientes. Le diré que se ponga su mejor vestido; aunque si te soy sincero, volvería a enamorarme de ella si la viera tan solo en pijama y mal maquillada. Saldremos a pasear al anochecer, cuando nos ilumine el Sol que marcha y la Luna que le sustituye, por igual ambos, compartiéndose el inmenso cielo. Y hablaremos de cine, música, política, contaremos chistes malos, hablaremos de animalillos monos, de famosos, de sus ojos y de lo que le gusta a todo el mundo los macarrones. Reiremos mucho, eso seguro, si no la hago reír significa que voy mal. Llevaré una rosa escondida en el bolsillo interior de la americana, en algún momento se la daré, cuando todo sea perfecto. Podría ponerle la flor en el pelo, ¿no crees? Vaya, me estoy emocionando. Luego iremos a una pizzeria que conozco. Cenaremos en una terraza privada que ya reservé, iluminados por la Luna que nos observa y una altísima vela roja. En serio, no sabes como de rica está la pasta allí. Además te ponen siempre un poco de pasta en una esquina del plato con forma de... algo. Le diré que pongan su inicial, será bonito, ¿no? Luego le llevaré a ese lugar, te he hablado muchas veces de él. Allí que tantas noches he perdido, allí que tantas lágrimas derramé. Y allí, cuando la Luna brille como nunca y los grilles canten nuestra canción... se lo diré todo.
+ Guau, creo que incluso yo me he enamorado de ti.
- Que imbécil eres tío, ¿crees que funcionará todo eso?
+ Si no funciona... significa que nacimos en el siglo equivocado.
- Sabes, mejor ya se lo digo más adelante, seguro que me rechaza. No valdrá la pena todo esto si al final dice que no, voy a llamar al restaurante.
+ Cobarde...
- Persona.
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