Baraja de cartas

- Muy bien Mike, llevamos ya aquí 10 minutos y yo y mi amigo no tenemos eso que se llama... mucha paciencia. - Luke miró a Johnny y rió a carcajadas, dejando ver sus dos dientes de oro. - Ponte serio, imbécil demacrado. Bien, mago de pacotilla, tu situación es la siguiente: Estás en la jodida ciudad más jodida y has jodido al tío menos indicado para joder, y si le jodes a él y yo no te jodo a ti yo estoy jodido, y Johnny, Johnny también estará jodido si tú no acabas jodido. Así que Mike, ten cuidado con a quién jodes. Te lo preguntaré una última vez. ¿Dónde está ese jodido maletín?

Mike llevaba casi dos minutos con la cabeza agachada, caída sobre los hombros aguantada por el nudo de sus muñecas a la espalda. Estaba sentado sobre una silla apestosa y más que un mago parecía un vagabundo. No había un pedazo de piel sin alguna herida. Luke seguía haciendo girar el tubito de hierro entre sus manos y Johnny miraba fijamente a Mike, sonriendo. Al final el mago levantó la mirada, con lágrimas en los ojos.

- Ya os lo he dicho, me la quitaron. - No desvió la mirada de sus agresores.
- Oh, Mike, no nos mientas ... - Contestó Luke. - Sabes que no nos quieres mentir, maldito pirado ... - Luke escupió a Mike en la cara y le atestó otro golpe, esta vez en los nudillos.
- ¡Por favor! Basta, os digo la verdad. - Suplicó de nuevo Mike. - Me encontré el maletín en un coche abierto y me duró 10 minutos en las manos, dos negratas me dieron un golpe y me lo quitaron.
- Contigo no bastan las palabras, Johnny, diviértete un rato. - Luke ya no tenía paciencia.

Johnny sonrió de felicidad y empezó a golpear a Mike en la cara sin parar. Johnny era un cabrón gigante y sus puños eran casi como una cabeza, sus brazos podían partir cualquier cosa de un golpe y sus piernas hacían volar lo que quisiera. Luke apartó a Johnny, dio otro golpe a Mike y le preguntó de nuevo: ¡Dinos dónde está nuestro maletín! Y Mike, sin parar de llorar ni moquear, se rindió.

- Está bien, os lo contaré. - Johnny sonrió, Luke golpeó de nuevo a Mike, por no haber hablado antes. - El coche estaba cerrado, rompí la ventanilla y cogí el maletín. Salí corriendo y dos maderos negratas me siguieron, porque me vieron cogerlo. Al final me atraparon pero saqué la pipa y les metí un balazo a cada uno, entre ceja y ceja. Luego me llevé el maletín a casa, lo abrí con un martillo y dentro había papeles, muchos papeles. Los leí y vi que eran importantes, así que los memoricé, y lo quemé todo.

Luke estaba que sacaba fuego, le dio una patada a Mike en el pecho y lo tiró al suelo. Luego Johnny se unió y los dios empezaron a destrozarle las costillas, la cara, las piernas, incluso hicieron pedazos la silla. Luego retrocedieron y Luke apuntó a la cabeza a Mike.

- Muy bien asqueroso, empieza a recitarlo todo o te vuelo la cabeza.

Mike sonrió, se levantó, aún con las manos atadas a la espalda y empezó su número.

- ¿Os gusta la magia? Os haré mi truco estrella: Baraja de cartas. Aquí la baraja es distinta, sólo hay 3 cartas. Una se llama Mike, la otra Johnny y la otra Luke. Tienes que poner a Mike delante de Luke y Johnny. Y al mezclarlas la carta Luke y Johnny se rompen y la de Mike sube de valor, ¿queréis ver el truco?
- ¿Te ríes de nosotros, gusano? - Preguntó Johnny, ya harto del mago. - ¿Quieres morir?
- Verás, gángster de pacotilla, para matarme primero tendrías que dispararme más rápido de lo que te dispararía yo a ti, y luego Johnny igual, cosa que dudo bastante.
- Tú no tienes arma.
- Tú tampoco.

Y a partir de allí Luke no sabe qué ocurrió. Dios sabrá qué trucos de nudos sabía Mike, pero esos dos mafiosos no eran tan habilidosos para hacer uno que se resistiera a las manos de Mike. Y Dios sabrá qué truco usó para cambiar la pistola de agua que llevaba escondida debajo de la manga derecha, tan diminuta y plegable (es importante decir que era plegable) que no la encontraron al cachearle, por la Desert Eagle de Luke. La cosa es que sin Dios saber cómo hizo esos trucos, y aunque ni tú ni yo, ni Luke ni Johnny lo entendieron en sus últimos segundos de vida, él los hizo a la perfección. Y así se encontró Mike desatado apuntando a Mike a la cabeza, al igual que éste le apuntaba a él. Pero Luke no sabía que su pistola era falsa, y confiando de su velocidad le disparó a la cabeza, que quedó refrescada por el agua.

- ¿Qué demonios has hecho? - Preguntó Luke, más cabreado que nunca.
- Magia...

Y Johnny se abalanzó sobre Mike, y Johnny perdió un ojo. Y Luke echó un paso atrás que no le sirvió de nada, pues una bala le atravesó la pierna, y otra el corazón. Y luego Mike remató a cada uno con un tiro en la cabeza.

- Mis queridos amigos, ¿por qué intentáis joderme a mí? Eramos socios, yo os di el maletín. Un mago puede ser quien quiera, y yo fui ese Mexicano bigotudo que os dio los planos. Claramente no destruí el maletín, está bien escondido por aquí a las afueras. Me pagasteis 20 de los grandes por algo que luego os robé. Me habéis costado unas cuantas balas y algunas costillas. No pensé que me atraparíais, pero ha sido divertido. ¿Verdad? Y en cuanto a ¡ese tipo al que no debe joder jamás! Es escoria, cosa del pasado. Fue fácil robaros un arma y acabar con él una tranquila mañana. Así que todos vuestros colegas os encontrarán muertos, y a vuestro jefe muerto con las balas de vuestras pipas en su cabeza. ¿Soy o no soy un genio? Y ahora, si me disculpáis, voy a llevarme vuestro pedazo coche, voy a coger esos mapas y voy a hacer el negocio de mi vida. Caballeros, buenas noches.

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