Gracias

Hoy estaba en la cama dispuesto a levantarme y estudiar. No he podido. He empezado a pensar en una cosa y me ha entrado una mala ostia increíble. ¿Sobre qué pensaba? Pues sobre lo que se esfuerzan algunos por al menos saber si estoy vivo. Sí, hablo de vosotros. De vosotros que mientras yo al menos os saludo de vez en cuando para saber si estoy vivo, vosotros no os dignáis ni a recordarme. De vosotros que sabiendo desde hace años la increíble ilusión que me haría que vinieseis, nadie se ha esforzado lo más mínimo. Porque yo creo que por esas tierras ya no tengo amigos, sólo conocidos. Y algunos más hijos de puta que otros, algunos más hipócritas que otros, algunos más egocéntricos que otros... pero gracias, de verdad. Me habéis demostrado que una frase es muy cierta:

Los amigos se cuentan con los dedos de una mano.

Y yo ya tengo esa mano cubierta. Quiero dar las gracias a mis amigos DE VERDAD. Esos que siempre están allí y saben qué hacer y cómo hacerlo. Los que me animan de verdad. Gracias.

La palabra amistad está sobrevalorada, todo el mundo la utiliza demasiado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De nada.