¿Quieres saber cómo eres en realidad?

¿Te gustaría que te cuente la realidad? No diré cómo eres, te diré cómo te ve la gente.
Primero coge un espejo, situalo delante tuyo, mira tu reflejo. Ahora te explicaré cómo te ve la gente, y cómo te ves tú.

¿Hoy estás feliz? Coge un espejo, el más bonito que tengas, límpialo mucho, que se vea reluciente. Espléndido, ¿verdad?

¿Hoy estás triste? Coge un espejo, dale muchos puñetazos, rómpelo. Se ve feo, ¿verdad? Ahora con la sangre de tus nudillos, mánchate la cara. ¿Te ves feo, no?

Ahora, centrémonos en cómo te ven los demás

¡¿Cómo te ve la gente que te quiere?
¿Recuerdas que tenías la cara manchada de sangre? ¿Recuerdas que estabas horrible? Bien, coge una foto tuya donde salgas bien, favorecido. Ahora situate enfrente del espejo. ¿Te ves horrible, no? Ahora tapa tu cara en el reflejo del espejo con la foto en la que sales tan favorecido.

¿Quieres saber cómo te ven aquellos que te detestan? Consigue hablar con alguien a quien le caigas mal, que te moleste siempre, que intente cabrearte. Dile que se ponga delante del espejo. Ahora, tapa su cara en el reflejo del espejo con esa foto en la que sales tan favorecido.

Cuando estás feliz, solo ves tus cosas buenas y todo parece bonito. El mundo (el espejo) y tú.

Cuando estás triste te ves horrible, solo ves tus cosas malas, y todo lo que te rodea lo ves feo.

A la gente que le importas no le importan tus cosas malas, si te ves feo les da igual. Ellos solo aprecian tus cosas buenas e intentarán que tu las veas para que te sientas mejor.

La gente que te detesta... simplemente... es envidia.

Nadie, nunca, ve las cosas tal cómo son en realidad. Solo ven lo que ellos piensan según su estado de ánimo

1 comentario:

Carmen dijo...

Cuantísima verdad