Los regalos grandes vienen en paquetes pequeños

Basada en hechos reales:

Tengo una malformación en la mano derecha. Esta, tiene un tamaño menor a la mano de una persona de mi edad, solo tiene el pulgar y el meñique y tiene numerosas cicatrices. No me centraré en lo que siento por mi mano... pues sería alargar demasiado éste texto. Sólo quiero... dar una pequeña lección.

Cuando alargo la mano, esperando una respuesta de la otra persona y intercambiar un apretón de manos. Muchas veces es rechazado. Al verla, mucha gente aparta rápidamente su mano y pone cara de asco, la cual intentar disimular cuando ven que les observo. Supongo, que lo entiendo. Hasta yo mismo, creo que ésta no tiene un bonito aspecto... pero hay que aceptar las cosas.
Desde pequeño, más de una vez sentí que era extraño que una persona pudiese quererme. Que lo normal, que lo lógico, al haber vivido tantos rechazos de apretones, fuese ser rechazado. Pensar que lo normal es que no te quieran... siendo tan pequeño... ¿no es triste? Y aún, siendo más maduro, a veces me cuesta creerlo.

Haciendo un gran salto al pasado, cuando solo llevaba poco más de una década en este mundo, ya me pregunté como podía quererme la que en aquellos tiempos era mi "novia", ya que era muy pequeño aún. Ahora lo pienso, y pensar así con tan poca edad... es triste.

Pero... eso a veces puede darte alegrías. Los malos pensamientos, pueden darte grandes alegrías.

No podría deciros, hace un mes, o hace dos meses. No lo llevo contado. Pero diré... hace menos de seis meses... Me encontraba yo sentado, en un parque, hablando con la que en esos tiempos era mi novia. Ella estaba sentada a mi lado, yo apoyaba mi cuerpo ligeramente con el suyo, y ella me cogía la mano. Sin razón alguna, acabé con mi mano pequeña y con dos únicos dedos y numerosas cicatrices encima de su pierna. Ella la cogió. Sin pensarlo, no sé porque, me salió sólo, sé que no debería haberlo dicho, pero lo pregunté:

- ¿ No te da asco?

Miré mi mano, y luego la miré a ella. No sé cual sería mi expresión en ese momento, pero el nudo en la garganta ya apareció. Ella, sin dudarlo dijo:

- No

Luego, no sé si lo hizo sin pensar o si creió que debía hacerlo, pero lo hizo y yo me sentí muy bien. Después de responder mi pregunta, agarró con fuerza mi mano. Intenté aguantarme, notaba el peso de mis ojos, una lágrima saliendo, la sudor, el calor, pero no quería que se preocupase. Me aguanté las terribles ganas que tuve de tirarme encima y abrazarla, de besarla mil y mil veces. Pero me aguanté. Solo fue un apretón de manos, solo eso. Un acto que cualquier otra persona no le daría importancia alguna, pues, das de esos cada día. Pero yo... nunca había llegado a sentirme tan feliz.

Cuando rechazas una parte de ti, que alguien la acepte tan fuertemente, es lo mejor que puede pasarte. Así que si te sientes mal contigo mismo, alguien te mostrará que no debes hacerlo.

Valora las cosas pequeñas del día a día. Una sonrisa, un abrazo, un apretón de manos, una mirada. Pues esos momentos que se viven cada día, en el fondo son los mejores.

Lo mejor de la vida son las pequeñas cosas que pasas con grandes personas.

Gracias por leerlo. Si opináis que valorar eso fue una tontería decírmelo, lo entenderé.

No hay comentarios: